lunes, 10 de octubre de 2016

Día memorable - Glosa a Pablo escrita por la periodista Paula Tamargo


Glosa del Moscón de oro Local - escrita por la amiga periodista Paula Tamargo


"Mis abuelos apenas pudieron ir a la escuela, pero hicieron todo lo posible para dar la mejor formación a mis padres. La generación de mis padres cambió la sociedad e hizo de nosotros la generación mejor preparada de la historia de España".

Estas palabras las pronunció Pablo el 19 de mayo de 2015 cuando recogió en Madrid el Premio Nacional de Física en la modalidad dede Investigadores Noveles de Física Experimental.
El galardón se lo dedicó a sus profesores, a sus abuelos y a sus padres.

Quien conoce a Pablo Alonso, le habrá reconocido en aquellas palabras, porque definen su forma de ser y de estar. Definen a una persona que, ante todo, es persona. Noble, sincera y comprometida. A alguien que no tiende a hablar de sí mismo sino de lo que le rodea, del mundo en el que vive y de las dificultades y oportunidades que percibe en la sociedad en conjunto. A alguien que no individualiza el éxito, sino que lo hace colectivo. A alguien que recuerda siempre quien es y de dónde viene, como si quisiera decirnos que uno es también todo aquello que ha formado parte de su vida, que los logros no solo nacen del esfuerzo propio sino que el entorno también resulta determinante..

En efecto, una persona es una suma de muchas cosas cosas. Se construye con vivencias y circunstancias, de la mano de quienes te acompañan en la niñez y el camino hacia la vida adulta. Probablemente la personalidad científica a la que hoy reconoce no sería tal sin el ser humano que se forjó en el hogar de sus padres, Gerardo y Mirta, dos maestros que despertaron en él el interés por tantas cosas. Tampoco seguramente, sin lo que supusieron para él sus abuelos de Agüera, Edelmiro y Azulina y los de Las Cortes, Alfredo y Amelia, ejemplos todos ellos de trabajo duro y esfuerzo permanente, dos cualidades de las que no puede renegar Pablo. Es posible que sin todas esas referencias no hubiese alcanzado los méritos que, pese a su juventud, jalonan ya su trayectoria.

Ha trabajado en el grupo de Nanoópticadel CIC nanoGune en SanSebastián, centrando sus investigaciones en las propiedades ópticas del grafeno en la nanoescala, tarea que compatibilizó con su condición de científico visitante en la Academia Nacional de Física de China.
El Premio Nacional de Física le fue otorgado en 2014 por la Real Sociedad Española de Física/RSEF)-Fundación BBVA en la modalidad de Investigadores Noveles de Física Experimental, se debió también a los avances logrados en ese ámbito, ya que fue el primero en obtener visualizaciones de luz guiada en dicho material con precisión nanométrica. Por ello, su trabajo fue publicado por la revista "Nature"...

Su regreso a Asturias hace que el diario La Nueva España le conceda el galardón "Asturiana del mes"


Pocas veces se le ha oído hablar en las que no haya mencionado la necesidad del esfuerzo colectivo para que Asturias progrese. y rara es la ocasión en la que no vuelve a mencionar a sus padres, a sus abuelos, a toda la historia que hay detrás de su propia historia, como si quisiera decirnos que tal vez sin todo eso no sería quien hoy es.

Nadie duda de que todo lo que ha conseguido lo ha ganado a pulso, con tesón, su perseverancia y su esfuerzo.
Le queda, estamos seguros, un camino lleno de logros profesionales en los que le seguirán acompañando su familia,su hermano Abel, siempre tan presente en su vida, y su esposa Bibiana. Tiene a su lado a una gran compañera, su mujer Cristina y a su pequeña Lara, a quien seguramente considera el mayor éxito de su vida.

Lara tan chiquitina todavía que no podrá percibir la emoción que embarga a quienes hoy acompañan en este acto, pero que crecerá y sabrá un día que a su padre le entregaron en Grao un premio que simboliza el esfuerzo, el reconocimiento al esfuerzo, al mérito y a la excelencia, valores, imprescindibles para el progreso de las sociedades.

Para Lara, Pablo también será un referente, como lo han sido para él los suyos,tal y como nunca se cansa de repetir alguien en quien se percibe la humildad de los grandes. Como tal, como a un grande, le reconoce hoy Grado.

Enhorabuena. Un fuerte abrazo.

Muchas gracias Paula.
Gracias por estas palabras preciosas, llenas de cariño. Un beso










domingo, 9 de octubre de 2016

Moscones de Oro Nacional - Internacional

Los "Moscones de Oro", emocionados, hacen un canto al esfuerzo de sus abuelos

Beatriz Arias ensalza la lucha de su familia, refugiada en México, y Pablo Alonso achaca a la "ignorancia política supina" la marcha de los talentos

09.10.2016 | 04:32
A la izquierda, la mesa presidencial, con el consejero de Presidencia, Guillermo Martínez; el alcalde de Grado, José Luis Trabanco, y Claudio Menéndez.
A la izquierda, la mesa presidencial, con el consejero de Presidencia, Guillermo Martínez; el alcalde de Grado, José Luis Trabanco, y Claudio Menéndez.
Unos premios "Moscón de Oro" para los abuelos. La ceremonia de entrega de los galardones que otorga la asociación cultural "Amigos de Grado" estuvo marcada por el recuerdo de Beatriz Arias y Pablo Alonso, los premiados, a sus ancestros. Aquellos que en tiempos difíciles de guerra y posguerra en España trabajaron con esfuerzo para darles la formación que les ha conducido hasta el día de ayer, en el que los vecinos de Grado reconocen sus méritos profesionales. La filóloga mexicana experta en el español colonial y el físico moscón estuvieron emocionados, pero felices, durante toda la ceremonia.

Un galardón que recibieron con orgullo y que ambos dedicaron a sus raíces. "Dedico este premio a mi familia, aquellos que lucharon y que están en el olvido, aquellos que luchan diariamente y a los que en este momento han iniciado una pelea de la que no me cabe duda saldrán vivos", afirmó Arias, oriunda de Sama de Grado, aunque nacida en Ciudad de México. La premiada en categoría internacional, que recibió el premio de la Real Academia Española en 2015 por su estudio "Documentos públicos y privados del siglo XVI", recordó el esfuerzo de sus padres cuando emigraron a México como refugiados: "Mi padre, maestro de escuela, fue perseguido por sus ideas de izquierda y poseía una honradez y rectitud que es difícil de encontrar ahora. Mi madre es un roble, un carbayo celta, todo el amor y el sentido común emanan de ella". La doctora en Filología dedicó unas palabras en asturiano a sus antepasados para que "escuchen, que oigan que hay ruiseñores que cantan encima de los fusiles y que su voz perdura como su memoria".
También Pablo Alonso, investigador del nuevo material grafeno en la Universidad de Oviedo, dedicó el premio a sus padres, Gerardo y Mirta, y a sus abuelos, Edelmiro y Azulina, allí presentes. "Mis abuelos apenas pudieron ir a la escuela, como muchos otros de su época, la guerra civil y la posterior posguerra les privó de una infancia y juventud adecuadas. Sin embargo, superaron cuantas miserias apareciesen para que mis padres tuviesen la mejor de las formaciones, tanto en el ámbito académico como en lo que considero algo mucho más importante, en los valores morales".
Alonso también reivindicó a los científicos que trabajan en el extranjero por la falta de oportunidades en el país y pidió planes de futuro que permita su integración en el sistema productivo. "La explicación a tal sinrazón la encuentro, en mi humilde opinión, en una ignorancia política supina".
Arias fue glosada por su sobrino, Manuel Alejandro Torres, y Alonso por la periodista Paula Tamargo, aunque el texto fue leído por el cronista oficial del concejo, Gustavo Adolfo Fernández. Ambas glosas destacaron la humildad de los premiados frente a sus carreras profesionales. Además, estuvieron respaldados por el rector de la Universidad de Oviedo, Santiago García; el académico Salvador Gutiérrez y el cónsul honorario de México en Asturias, Jesús Gutiérrez.

viernes, 7 de octubre de 2016

-El Comercio-



Conferencia del Moscón de Oro, Pablo Alonso

Pablo Alonso, de pie, durante su charla de ayer. :: M. R.
Pablo Alonso, de pie, durante su charla de ayer. :: M. R.
  • La conferencia forma parte de los actos de los galardones que culminarán el sábado con la ceremonia de entreg

El Moscón de Oro local de 2016, el físico Pablo Alonso, ofreció ayer una conferencia en la Casa de Cultura sobre el grafeno, uno de los materiales de moda por sus propiedades físicas y eléctricas y uno de los objetos de la investigación y el trabajo del galardonado. Alonso trabaja en la Universidad de Oviedo y fue elegido como mejor investigador novel por la Real Sociedad Española de Física en 2015. Además, ha publicado en las más prestigiosas revistas especializadas del mundo. La conferencia forma parte de los actos de los galardones que culminarán el sábado con la ceremonia de entrega. El Moscón de Oro nacional e internacional recayó sobre Beatriz Arias Alvarez, mexicana de nacimiento, aunque con ascendencia moscona, por su labor investigadora sobre la lengua española.

-La Voz del Trubia-



Alonso: “Asturias no ofrece ningún futuro a los investigadores”

El físico reclama un pacto político similar al que ha situado al País Vasco a la cabeza de Europa en producción de grafeno
El Moscón de Oro 2016 ofreció una conferencia divulgativa sobre nanotecnología durante la Semana Cultural de Grado
pablo-alonso-c-cultura
Pablo Alonso, anoche en la Casa de Cultura de Grado
L. S. N. / Grado
Mil veces más pequeño que una bacteria, tanto que un rayo de luz es enorme a su lado. El físico Pablo Alonso, Moscón de Oro 2016, sumergió ayer al numeroso público que asistió a su conferencia en el mundo de la nanotecnología, un universo que conoce en profundidad. Pero Alonso no sólo ofreció una amena y divertida clase de física: también abordó las dificultades que encuentran los investigadores en España, con excepciones como el País Vasco, y reclamó pactos estables que permitan a los científicos no tener que emigrar y generar riqueza en su tierra. Para Alonso “Asturias no ofrece ningún futuro a los investigadores. Nadie deja el instituto alemán Max Planck con una oferta de financiación de solo dos años, y con un salario inferior, solo por poder ver los manzanos de su tierra y a su familia. No funciona así”, resumió, para explicar porqué el plan de retorno del talento impulsado por el Gobierno regional ha quedado desierto. El camino, aseguró Alonso, es plantear una apuesta a largo plazo, con financiación pública a fondo perdido pero que acaba teniendo un fuerte retorno social. “He desarrollado mis investigaciones sobre el grafeno en el País Vasco, donde han hecho un pacto político que ha mantenido la inversión en ciencia de manera estable, sin recortes. Yo trabajé en Nanogune, un centro de excelencia investigadora de San Sebastián. Hay otros para otras áreas de investigación, como la biomedicina. Hay financiación; traen, a golpe de talonario, a los mejores investigadores de un área; los proyectos no se interrumpen con recortes, se hace investigación en ciencia base, y se impulsan spin off, empresas, para aplicar esos adelantos científicos. A la vez, se forma y se da una oportunidad a los investigadores de allí. El resultado es que los proyectos acaban autofinanciándose y creando un tejido investigador que, por ejemplo, ha convertido a San Sebastián en el mayor productor de grafeno de Europa. En Asturias, había un proyecto para crear un centro de nanotecnología, con inversión regional y estatal. Cada uno tenía que invertir 6 millones de euros. Está por hacer”.
Alonso destacó además que hay grandes zonas del mundo especializándose en áreas de investigación específica que abarcan a cientos de centros investigadores, con el objetivo de poder competir en innovación con países con mucha capacidad, como algunos gigantes asiáticos. “Estados Unidos ha apostado muy fuerte por la investigación sobre el cerebro; Europa, por el grafeno, y Singapur se está volcando con los nanomateriales. España debería apostar por algo, tener un plan, aunque no sea por la ciencia, por algo”, reclamó.
El contenido más político de su conferencia llegó al final, a raíz de las preguntas del público, ya que la charla fue una divertida clase de física para explicar sobre qué investiga el Moscón de Oro 2016, que en 2014 publicó el resultado de sus estudios en la prestigiosa revista científica Science, “donde un grupo de investigadores anónimos comprueban la validez de tus resultados”. Alonso ha centrado su investigación en el grafeno, un material procedente del grafito (una finísima capa bidimensional de grafito) que tiene la capacidad (entre otras muchas maravillosas propiedades) de captar la luz y reducir su tamaño, lo que permitiría utilizar luz y no corriente eléctrica para revolucionar la tecnología electrónica que está por todas partes en nuestra vida, desde los móviles a los ordenadores, los marcapasos y hasta en cremas para la cara con nanopartículas. Una revolución que permitiría, por ejemplo, que los móviles fueran flexibles y traslúcidos, como trozos de plástico, por imaginar alguna aplicación futura, aunque Alonso insistió en la necesidad de no obcecarse en encontrar usos inmediatos a los avances científicos. “Hay que apostar por la investigación en ciencia base, las aplicaciones surgen solas, después”, concluyó. Entre el público, además de directivos de la Asociación de Amigos de Grado y antiguos premiados, estaba el concejal de Cultura, Plácido Rodríguez, y la Moscona de Oro Internacional 2016, la filóloga y también investigadora Beatriz Arias, a la que Alonso, en tono de broma, pidió disculpas por utilizar anglicismos de difícil traducción al castellano, “el inglés es el idioma de la ciencia”

jueves, 6 de octubre de 2016

-La Nueva España- Comprimiendo la Luz con grafeno



Pablo Alonso: "El grafeno abre una ventana al superordenador del futuro"

El físico, que mañana recoge el premio "Moscón de Oro", señala que el uso del material, limitado por su coste, "cambiaría el modelo industrial"

Sobre estas líneas, Alonso enseña una muestra de grafeno (que es transparente) al público. A la izquierda, los asistentes.
Sobre estas líneas, Alonso enseña una muestra de grafeno (que es transparente) al público.Fotos de la noticia "Si el ordenador se calienta y su velocidad se ve limitada se debe a que el material en el que se basa la electrónica, el silicio, se calienta al paso de una corriente eléctrica. Si imaginamos otro material en el que la información no se transporte con corrientes eléctricas sino con luz se darían las condiciones ideales para el superordenador del futuro y el grafeno, por sus propiedades, abre una ventana a ese logro tecnológico". 

El físico moscón Pablo Alonso, investigador de la Universidad de Oviedo, explicó así las aplicaciones futuras que puede generar el material con el que trabaja en el laboratorio. Lo hizo en la Casa de Cultura de Grado frente a un numeroso público que asistió muy interesado y con variadas preguntas a la conferencia "Comprimiendo luz con grafeno", que impartió en el marco de la Semana Cultural de las Letras y las Ciencias de la asociación "Amigos de Grado", previa a la entrega del galardón "Moscón de Oro", que mañana recibirá Alonso junto a la mexicana de origen moscón Beatriz Arias, doctora en Filología Española y premio de la Real Academia Española en 2015.
El superordenador del futuro del que habló Alonso sería una de las múltiples salidas prácticas que ofrece el grafeno. A su juicio, "las aplicaciones van surgiendo a raíz de la ciencia básica, que es lo que yo hago, y quiero romper una lanza en su favor porque muchas veces, por la inmediatez de esta sociedad, sólo se piensa en el resultado final".
El grafeno permitirá en el futuro que los dispositivos pasen de ser electrónicos a ópticos mediante la compresión y control de la luz, lo que favorecerá que sean más pequeños, más eficaces y más versátiles. La investigación de Alonso se basa en dirigir y focalizar la luz, intentando controlar su propagación, lo que ha demostrado ciertas capacidades en el grafeno que no tienen otros materiales. "Abre paso a dispositivos en los que manejamos el flujo de información con luz, lo que aumenta la capacidad de cálculo y transporte de la información y eso podría revolucionar las telecomunicaciones", comentó.
Sería pasar de la electrónica a la nanoóptica y ello conllevaría cambiar el modelo industrial actual, basado en semiconductores y transistores al grafeno. Sin embargo, el material se topa con un problema: el económico. "La industria de los semiconductores basada en el silicio ha invertido mucho dinero y se superan consiguiendo solucionar los problemas que presenta, como creando transistores en 3D. El grafeno tiene que ser de un orden de magnitud mejor para cambiar el modelo industrial". Según detalló Alonso, la puerta del transistor está en un tamaño de siete nanómetros, "llegando al límite que la física cuántica permite, estos efectos cuánticos limitarían su funcionalidad".
Al término de conferencia, el joven científico respondió las variadas preguntas del público.