El proyecto de Pablo Alonso sobre grafeno recibe 1,45 millones de euros de la beca Starting Grant. Podrá constituir su propio equipo con otros cuatro colegas
Joven, científico y un imán para investigaciones millonarias
Redacción 30/11/2016 17:11
La propuesta 2DNanoPTICA, presentada a la Comisión
Europea por Pablo Alonso, investigador asturiano del Departamento de
Física de la Universidad de Oviedo, ha sido elegida para su financiación
entre las más de 2.900 candidaturas procedentes de 42 países para la
beca Starting Grant. Dicho programa se dirige a investigadores
prometedores con potencial acreditado para convertirse en directores de
investigación independientes, llamados a liderar la ciencia en la
frontera del conocimiento en los próximos años. El proyecto, que contará
con 1.450.000 euros de financiación, permitirá constituir un equipo de
investigación en la Universidad de Oviedo con dos estudiantes de
doctorado, dos investigadores postdoctorales y el propio Pablo Alonso.
La fecha de inicio del trabajo será el 1 de enero de 2017, con cinco
años por delante para su desarrollo.
El rector de la Universidad de Oviedo, Santiago García Granda, ha informado de este proyecto acompañado de Enrique Jáimez, gerente del Cluster de Energía, Medioambiente y Cambio Climático, y del propio investigador Pablo Alonso. El rector ha destacado la importancia de aprovechar «las oportunidades que ofrecen los programas de la Unión Europea, programas de élite, muy difíciles de conseguir; la clave para lograrlos es contar con profesionales gestores y buenos científicos». «Es un orgullo que Pablo Alonso se haya decidido a desarrollar esta investigación en la Universidad, y esperamos tener los recursos y el apoyo suficiente para él y para los demás investigadores de la Universidad de Oviedo», ha afirmado García Granda.
Enrique Jáimez ha explicado el proceso de selección por
parte de la Comisión Europea para esta convocatoria en la que se han
aprobado veinte candidaturas de universidades españolas. «Se trata de un
proceso muy selectivo, en el que son evaluados los investigadores de
cualquier país del mundo, de todas las ramas del conocimiento, en
concreto investigadores que se independizan de los tutores con los que
han estado trabajando hasta ahora y crean sus nuevos grupos de
investigación. La cuota de éxitos ha rondado el 11%», ha manifestado.
La necesidad y la importancia de estas vías de investigación radican en que el tamaño de la luz no es compatible con la nanoescala. «La nanoescala es el tamaño en el que está hoy en día la electrónica, los transistores que hay en las placas de nuestros ordenadores, y puede surgir la pregunta de por qué en lugar de usar corrientes, como utilizan los ordenadores, por qué no se aprovecha la luz, que viajaría más rápido y puede transmitir mucha más información, y la respuesta es porque la luz es demasiado grande para poder aplicarla a estos tamaños», ha explicado el investigador.
El rector de la Universidad de Oviedo, Santiago García Granda, ha informado de este proyecto acompañado de Enrique Jáimez, gerente del Cluster de Energía, Medioambiente y Cambio Climático, y del propio investigador Pablo Alonso. El rector ha destacado la importancia de aprovechar «las oportunidades que ofrecen los programas de la Unión Europea, programas de élite, muy difíciles de conseguir; la clave para lograrlos es contar con profesionales gestores y buenos científicos». «Es un orgullo que Pablo Alonso se haya decidido a desarrollar esta investigación en la Universidad, y esperamos tener los recursos y el apoyo suficiente para él y para los demás investigadores de la Universidad de Oviedo», ha afirmado García Granda.
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Un proyecto basado en la luz
En concreto, el proyecto ERC 2DNANOPTICA pretende
desarrollar en su totalidad una nueva plataforma tecnológica basada en
materiales bidimensionales que, incluyendo fuentes de luz coherentes,
guías de onda y eficientes detectores, permita «un control sin
precedentes de la luz en la nanoescala y de sus interacciones con la
materia, incluyendo vibraciones moleculares individuales», ha indicado
Pablo Alonso. «Trata, por tanto, de constituir los cimientos de un nuevo
campo: la nano-óptica bidimensional», ha afirmado.La necesidad y la importancia de estas vías de investigación radican en que el tamaño de la luz no es compatible con la nanoescala. «La nanoescala es el tamaño en el que está hoy en día la electrónica, los transistores que hay en las placas de nuestros ordenadores, y puede surgir la pregunta de por qué en lugar de usar corrientes, como utilizan los ordenadores, por qué no se aprovecha la luz, que viajaría más rápido y puede transmitir mucha más información, y la respuesta es porque la luz es demasiado grande para poder aplicarla a estos tamaños», ha explicado el investigador.